Escudo partido: 1º, en campo de plata, el pino de La Victoria de sinople, fustado en su color. 2º en campo de gules, una espada de plata encabada de oro y un banot guanche al natural, colocados en aspa y cargado en palo de una rama de olivo de plata. Al timbre, Corona Real cerrada.
El pino representa al histórico de La Victoria, donde se dijo misa una vez terminada la batalla librada entre castellanos y guanches, el día 25 de diciembre de 1495, y en el lugar donde el Adelantado don Alonso Fernández de Lugo, mandó levantar una ermita bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria. El citado pino sirvió durante años de campanario, puesto que hasta erigir una espadaña, la campana de la ermita colgaba del mismo. La espada y el banot simbolizan respectivamente al bando castellano y el guanche enfrentados en aquella cruenta batalla; y la rama de olivo, la paz conseguida tras ella.
La Victoria de Acentejo fue el lugar donde finalizó la conquista de las islas Canarias, produciéndose el 25 de diciembre de 1495 la última batalla entre guanches y castellanos que tuvo lugar en el archipiélago (la Segunda batalla de Acentejo). Por este motivo, en 2014 el municipio fue declarado Villa Histórica por el Gobierno de Canarias.
La capital municipal se localiza en el casco urbano homónimo, situado a 385 msnm. El municipio presenta un paisaje eminentemente rural, dedicado al cultivo del cereal, la viña y, en la parte baja del municipio, la platanera. Al igual que en el resto de la comarca, la producción vitivinícola es importante, destacando en su elaboración el vino tinto.
Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Bien de Interés Cultural.
Órgano de la Iglesia, con siglos de antigüedad.
Altar Mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.
Una de las características por las que se conoce popularmente a La Victoria de Acentejo es por el patrimonio religioso que posee. Tallas como San Juan Evangelista o San Roque, San Pedro o la virgen del Carmen y Nuestra Señora de La Encarnación, patrona del municipio, hacen de la parroquia una de las más emblemáticas del norte de la isla.
El templo fue edificado en 1537, por el deseo de Alonso Fernández de Lugo quien había prometido que al finalizar la batalla, fundaría un templo en aquel lugar y que el pueblo que junto a él se formara, se llamaría La Victoria. El templo sufrió un incendio en 1589, mejorándose a partir se las reconstrucciones y ampliándose en el siglo XVIII hasta adquirir su estado actual. En su interior hay un interesante artesonado de los más sobresalientes en Canarias, de estilo mudéjar y profundamente decorado. La imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles, pertenece a la escuela italiana de finales del siglo XVI, conservando además un San Matías de origen peninsular del siglo XVII, una custodia de plata obra de Alonso Sosa (1748) y otra enviada desde Méjico (1739), una Cruz Procesional y un cuadro de Gaspar de Quevedo. La Iglesia se encuentra localizada en el lugar donde en 1495, se produjo el enfrentamiento entre las tropas castellanos y los guanches, quienes no resistieron el avance de los conquistadores. El Pino Centenario ubicado en la parte trasera del templo, fue testigo de la derrota de los guanches y sirvió de campanario para la primera misa oficiada al término de la batalla.
Terrero municipal de Lucha Canaria, feudo del CL Victoria.
Etapa guanche: antes del siglo xv
La zona donde se asienta el municipio está habitada desde época guanche, habiendo pertenecido al reino o menceyato de Taoro, aunque algunos autores consideran que formaba parte del de Tacoronte.
Por los hallazgos arqueológicos se sabe que la población se concentraba en las cuevas naturales de los barrancos y acantilados costeros.21 Asimismo, se ha calculado en unos 2500 el número de habitantes en el momento de la conquista, con una esperanza de vida al nacimiento de 29 años. Los guanches de Taoro, de economía básicamente ganadera aunque con gran aporte vegetal en su dieta,23 practicaban una trashumancia estacional, correspondiéndole un área pastoril en las cumbres de la isla para pastos de verano.
Taoro era considerado el más poderoso de la isla, ejerciendo de primus inter pares ante el resto y teniendo su mencey consideración de Gran Rey.
Conquista y colonización europeas: siglos XV y XVI
Rendición guanche ante Fernández de Lugo, tras la derrota de Acentejo
Durante la conquista de la isla, y después de la victoria castellana en la batalla de la Laguna y de resolver los problemas de avituallamiento, las tropas conquistadoras avanzaron hacia el reino de Taoro para someter definitivamente a los guanches. Llegados a Acentejo, los conquistadores acampan y emprenden batidas por Taoro en una de las cuales toman a un guanche como prisionero. Este les informa de los planes del mencey Bentor para atacarles por dos puntos. El 25 de diciembre de 1495 los guanches atacan tal y como se creía, estando perfectamente prevenidos y organizados los conquistadores, infligen una importante derrota a los guanches, que quedan sumamente debilitados.
El capitán de la conquista, Alonso Fernández de Lugo, hace construir en agradecimiento por la victoria lograda una precaria ermita dedicada a Nuestra Señora de la Victoria, siendo utilizada la rama de un pino próximo como campanario. La ermita es sustituida por un templo más sólido en 1537, desarrollándose el primitivo núcleo poblacional en torno a la misma. En 1578 se eleva a la categoría de parroquia la ermita, siendo segregada su feligresía de la matriz de San Pedro Apóstol de El Sauzal. Por estas fechas comienza a contar asimismo con alcalde real propio.
Antiguo Régimen: siglos XVII y XVIII
En 1676 Juan Núñez de la Peña describe el lugar así:
CENTEJO. Este lugar de Centejo, que por otro nombre se dize de la Victoria, está media legua de la Matança, y dos leguas de la Ciudad; tiene buena Iglesia con su Cura y Alcalde; tiene muchas viñas; la Parroquia es de nuestra Señora de la Victoria.
Juan Núñez de la Peña, 1676.
En 1768 se crean las primeras Juntas o «ayuntamientos» de los lugares formadas por el alcalde real y los cargos públicos de síndico personero, diputado del común y fiel de fechos, creados por las reformas administrativas del rey Carlos III. Estos oficios eran elegidos por los propios vecinos mediante sufragio censitario.
Etapa moderna: siglos XIX y XX
La Victoria se formó como municipio en 1813 gracias a la nueva organización municipal surgida de la Constitución de Cádiz. Tras la alternancia entre períodos constitucionales y absolutistas de principios de siglo, el municipio se consolida definitivamente en 1836 cuando se le dota de poder económico.
Pascual Madoz describe La Victoria en su Diccionario de la siguiente manera:
VICTORIA (LA). Lugar con ayuntamiento en la isla y diócesis de Tenerife, (...), partido judicial de la Laguna, de cuyo punto (...), dista 3 leguas, á la capital de la provincia, Sta. Cruz de Tenerife, (...) 5 leguas (...). SITUACIÓN; en la costa setentrional de la isla, en el término de Acentejo y en un hermoso llano, rodeado de viñas y huertas; es de CLIMA apacible y templado, no conociéndose otras enfermedades que las estacionales. Tiene unas 400 CASAS pequeñas y de mal gusto formando calles, y sobre 400 dispersas, que constituyen los pagos de Malpais, Guia, Tanque, Arroyos, los Cercados, Calle, Asomada, en la que se halla la ermita de Sto. Domingo; hay una fuente de agua de escelente calidad, de la cual se surten los vecinos para sus usos domésticos; el ayuntamiento se reúne á celebrar sus sesiones en una casa que tiene alquilada al efecto. La iglesia parroquial de entrada (Ntra. Sra. de los Angeles) está servida por un párroco, 2 presbíteros, sacristán, sochantre, organista y 2 monaguillos; habiendo otra ermita además de la de Sto. Domingo, ambas auxiliares de la parrouia. Confina el TERMINO con la jurisdicción de Sta. Úrsula, la Matanza, con el mar, y con las montañas de las Cañadas; el TERRENO, aunque de secano, en general es de buena calidad, hallándose en él algunas plantaciones de viñedo y árboles frutales; CAMINOS el que dirige á la Laguna es bastaute llano y bien cuidado, pero la otra parte del mismo que conduce á la Orotava, es malo y cortado de barrancos; la CORRESPONDENCIA se recibe por baligero del primero de aquellos puntos; PRODUCCIÓN: trigo, centeno, patatas, legumbres, vino y frutas, cuyas dos últimas especies son las mas abundantes, se cria ganado lanar, y de cerda, y se mantiene el de labor preciso para el cultivo de la agricultura; hay caza de conejos, perdices, codornices y palomas. INDUSTRIA y COMERCIO: la primera consiste en algunos telares de lienzos caseros, como en casi todos los pueblos de la isla, y en la agricultura que es la principal riqueza, y el segundo en la esportacion de los frutos sobrantes, y especialmente vino, á la ciudad de la Laguna. El dia de la patrona de la villa se reúnen los habitantes de los pueblos contiguos, y se venden en ella los frutos del país y algún ganado; lo que se considera como una especie de feria. POBLACIÓN: 444 vecinos, 4.878 almas (...). La etimología del nombre de esta población, data de una victoria alcanzada por las tropas españolas contra los Guanches.
El 20 de diciembre de 1899 se le concede por Real Decreto el título de villa a La Victoria,31 gracias a las gestiones del párroco de aquel entonces Norberto Pérez Díaz.
En 1922 se instaló el primer teléfono gracias al entonces presidente del Cabildo de Tenerife Domingo Salazar y Cólogan. En 1932, Manuel Pérez instala definitivamente la luz eléctrica en el pueblo.
Siglo XXI
En el año 2003 se produce el hermanamiento oficial entre La Victoria y la ciudad de Taguasco.
El 3 de abril de 2014 el Gobierno de Canarias le concede el título de Histórica a la villa de La Victoria.
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